Cafetería de la Universidad Francisco Marroquín, 9:00 a.m., punto y hora de junta para que mis compañeros de periodismo y yo nos dirigiríamos caminando al centro de negocios “Las Margaritas” donde nuestra profesora Silvia nos pasaría para dirigirnos al Congreso. Como soy una chapina de corazón, obviamente se me fue la hora y cuando me di cuenta que ya era demasiado tarde para reunirme con mis compañeros, me sonó el celular y era una de mis compañeras preguntándome si iba a ir o no, pegue el brinco del siglo porque me moría por ir al Congreso, le pregunte donde estaban y me respondió que en la entrada y yo supuse que era la entrada de los estudiantes, corrí como si me fuera a ganar la medalla de oro, al llegar no vi a nadie y pensé que ya se habían ido, al rato me volvió a llamar mi compañera preguntándome que donde estaba y yo le dije donde, después de un suspiro me explicó que era la entrada de los maestros a donde tenia que ir y que aparte ellos ya habían llegado a Las Margaritas y Silvia estaba por llegar.
Después de respirar un poco me di por vencida pero luego pensé que en mi vida no existe un no como respuesta, por lo tanto y con todo el cansancio, corrí para llegar a la otra entrada que no puedo ni explicarles lo lejos que estaba de donde yo me encontraba, a medio correr me llamó de nuevo y me dijo que mejor ni llegara porque la profesora estaba como a 10 minutos, le dije que la llamara para ver si me esperaba, pero ella veía imposible, seguí corriendo y logre llegar a mi facultad donde enfrente se encuentra un elevador, pense bueno solo faltan 2 pisos y como 6 cuadras para llega, segui corriendo hasta que aparecio mi salvación un bus verde que llevaba invitados de la facultad a conocer Guate, me dieron jalon ,mis piernas y mis pulmones no podia expresar lo agredicos que estaban, los gringos y el guía estaban un poco desconcertados con mi presencia pero luego de recuperar mi aliento me puse a contarles toda mi situación y entonces ya rompimos el hielo, es mas que cayeron muy bien y creo que fue viceversa porque hasta suerte me desearon cuando me baje del bus. Al bajarme mis compañeros estaban realmente sorprendidos de verme alli, por cierto si el programa de Amazing Race se trata de correr de ese modo jamas quiero participar, continuando con la carrera a los 4 o 5 minutos llegó Silvia a traernos. Ibamos ya tarde así que de nuevo a correr solo que esta vez la corrida estaba peligrosa porque era en carro, desde mi asiento hasta atrás del carro pude sentir las vibras de emoción por la ida, desconcierto por el carril en el que ibamos y nervios por nuestra conductora.
Después de respirar un poco me di por vencida pero luego pensé que en mi vida no existe un no como respuesta, por lo tanto y con todo el cansancio, corrí para llegar a la otra entrada que no puedo ni explicarles lo lejos que estaba de donde yo me encontraba, a medio correr me llamó de nuevo y me dijo que mejor ni llegara porque la profesora estaba como a 10 minutos, le dije que la llamara para ver si me esperaba, pero ella veía imposible, seguí corriendo y logre llegar a mi facultad donde enfrente se encuentra un elevador, pense bueno solo faltan 2 pisos y como 6 cuadras para llega, segui corriendo hasta que aparecio mi salvación un bus verde que llevaba invitados de la facultad a conocer Guate, me dieron jalon ,mis piernas y mis pulmones no podia expresar lo agredicos que estaban, los gringos y el guía estaban un poco desconcertados con mi presencia pero luego de recuperar mi aliento me puse a contarles toda mi situación y entonces ya rompimos el hielo, es mas que cayeron muy bien y creo que fue viceversa porque hasta suerte me desearon cuando me baje del bus. Al bajarme mis compañeros estaban realmente sorprendidos de verme alli, por cierto si el programa de Amazing Race se trata de correr de ese modo jamas quiero participar, continuando con la carrera a los 4 o 5 minutos llegó Silvia a traernos. Ibamos ya tarde así que de nuevo a correr solo que esta vez la corrida estaba peligrosa porque era en carro, desde mi asiento hasta atrás del carro pude sentir las vibras de emoción por la ida, desconcierto por el carril en el que ibamos y nervios por nuestra conductora.
Lo logramos, llegamos. Nos bajamos del carro conforme estábamos sentados, con cara de mudos cruzamos las puertas del Congreso.
Al entrar una compañera dijo que no había traído su identificación, al escuchar eso me asuste porque yo tampoco llevaba identificación, inmediatamente pense tanta carrera para nada, pero como todo en Guatemala no nos pidieron nada. Nos dirigimos a un cuarto del lado derecho después de la entrada donde honestamente no se que estábamos esperando.
Cuando menos sentí apareció un señor bajito, canoso, de lentes con otro señor que estatura mediana, pelo negro, bigote, sosteniendo unos panfletos, luego sabría que su nombre era Héctor Solís. Nos colocó en fila como si estuviéramos en quinto primaria y nos empezó a hablar de la “maravillas” del Congreso. Al terminar cada alumno se puso de acuerdo con su compañero para buscar al diputado que tenían asignado, a mi me había tocado entrevistar a Zury Ríos con un compañero pero ella no nos atendió por no haberle mandando nuestro cuestionario de preguntas con anterioridad, por lo tanto me toco irme con mis compañeras que tenían que entrevistar a la diputada Roxana Baldetti, mientras esperábamos que nos entendieran nos fuimos al palco de los periodistas, el señor Solís nos aviso que ya teníamos que irno a entrevistar a Baldetti y me fui a tras de mis compañeras, pero me paso las del niño de home alone que por ir distraído se perdió, empecé a correr por todos los pasillos posibles,me sentía en un laberinto sin salido, buscaba y buscaba y no encontraba a mis compañeras, entre los caminos encontré al señor Solís quién me llevaría a la bancada del patriota donde se encontraba la diputada Baldetti, salimos del edificio del Congreso y le dimos la vuelta a la cuadra corriendo para llegar al edificio donde estaba la oficina, cuando llegue ahí y nos dirigimos al segundo nivel sentí un olor a banquete y en efecto ahí estaba la diputada dando una conferencia de prensa a los periodistas de diferentes medios, sin mebargo mis compañeras seguian desaparecidas, la llame por el teléfono y les informame que estaban en el lugar equivocado, como al los 5 minutos llegaron y nos sentamos en un pasillo de espera, fue tal la espera que nos dio tiempo de escuchar como 10 historias del mundo del periodismo del señor encargado de acompañarnos, esperamos como media hora con la esperanza de que llegara la diputa Baldetti pero nada.
Al entrar una compañera dijo que no había traído su identificación, al escuchar eso me asuste porque yo tampoco llevaba identificación, inmediatamente pense tanta carrera para nada, pero como todo en Guatemala no nos pidieron nada. Nos dirigimos a un cuarto del lado derecho después de la entrada donde honestamente no se que estábamos esperando.
Cuando menos sentí apareció un señor bajito, canoso, de lentes con otro señor que estatura mediana, pelo negro, bigote, sosteniendo unos panfletos, luego sabría que su nombre era Héctor Solís. Nos colocó en fila como si estuviéramos en quinto primaria y nos empezó a hablar de la “maravillas” del Congreso. Al terminar cada alumno se puso de acuerdo con su compañero para buscar al diputado que tenían asignado, a mi me había tocado entrevistar a Zury Ríos con un compañero pero ella no nos atendió por no haberle mandando nuestro cuestionario de preguntas con anterioridad, por lo tanto me toco irme con mis compañeras que tenían que entrevistar a la diputada Roxana Baldetti, mientras esperábamos que nos entendieran nos fuimos al palco de los periodistas, el señor Solís nos aviso que ya teníamos que irno a entrevistar a Baldetti y me fui a tras de mis compañeras, pero me paso las del niño de home alone que por ir distraído se perdió, empecé a correr por todos los pasillos posibles,me sentía en un laberinto sin salido, buscaba y buscaba y no encontraba a mis compañeras, entre los caminos encontré al señor Solís quién me llevaría a la bancada del patriota donde se encontraba la diputada Baldetti, salimos del edificio del Congreso y le dimos la vuelta a la cuadra corriendo para llegar al edificio donde estaba la oficina, cuando llegue ahí y nos dirigimos al segundo nivel sentí un olor a banquete y en efecto ahí estaba la diputada dando una conferencia de prensa a los periodistas de diferentes medios, sin mebargo mis compañeras seguian desaparecidas, la llame por el teléfono y les informame que estaban en el lugar equivocado, como al los 5 minutos llegaron y nos sentamos en un pasillo de espera, fue tal la espera que nos dio tiempo de escuchar como 10 historias del mundo del periodismo del señor encargado de acompañarnos, esperamos como media hora con la esperanza de que llegara la diputa Baldetti pero nada.
En la desesperación me fui a caminar en el edificio y en una esquina se encontraba una señora con su hijo discapacitado, me contó que estaba ahí porque uno de los partidos le había ofrecido ayuda para su hijo y a pesar de lo difícil que era llevarlo en camioneta caminar en medio de la manifestación que estaba por iniciar en las afueras del Congreso, fue por la ayuda. Vivir ese momento me hizo recapacitar tanto acerca de cómo funcionan las cosas en el mundo, ahí estábamos 8 estudiantes de periodismo de visita, atendidos como príncipes y princesas por haber llegado con nuestra profesora que de mucha influencia en los medios y ahí estaba la señora desatendida con su hijo, no de visita sino buscando ayuda. Esa experiencia nunca olvidare porque es un claro ejemplo de porque me preparo profesionalmente, para poder dar esperanza que todo sea tan diferente. Regrese con mis compañera y solo les faltaba sacar raíces de las sillas donde se encontraban, de repente uno de nuestros compañeros ques e encontraba en el palco nos llamaron para que llegáramos que por fin iba a iniciar la plenaria, no podía creerlo no me quería perder nada así que allí iba yo de nuevo a correr.
Tome fotos a los largo de la sesión y en el intermedio nos permitieron hablar con el Presidente del Congreso, Roberto Alejos, en donde lo emocionante de todo fue ver a su guardaespaldas con uno lentes Dolce & Gabanna originales. Regresamos un rato mas a la reunión quemas bien es un circo donde como animales no se pueden comportar y actúan por instinto porque tampoco vi respeto, y cuando sentí ya era hora de irnos, esta vez salimos caminando de los mas tranquilos hacia el carro que nos esperaba, sin embargo al llegar de nuevo a la Universidad nuestra profesora nos dejo algo lejos de nuestros carros y ya era tarde para irme a trabajar por lo que termine mi experiencia corriendo hacia mi carro.