Buscando que hacer el sábado, que se saliera de las actividades de rutina, me tope con que se iba a llevar a cabo un concurso para patinadores (skaters), ubicado frente al monumento del Papa Juan Pablo II en la zona 13.
De principio a fin fue toda una aventura asistir a esta actividad. El costo de la entrada era de 20 quetzales, que incluía el derecho a patinar en las rampas, observar la competencia y disfrutar de un show en vivo.
Como toda buena periodista tuve el privilegio de entrar gratis, junto con mi fotógrafa, pero al entrar olvide por completo que solo iba a cubrir una actividad, el ambiente de la actividad fue abrumador, lo que ví fue mas un estilo de vida que un deporte, cosa que yo jamás había visto. Era impresionante de ver, como todos los chavos presentes tenían un código de vestir similar, y no me refiero al modelo exacto de ropa, sino al código, manejaban un mismo lenguaje, el compañerismo es impresionante, existe una competencia verdaderamente sana, pero ante nada la vibra agradable que manejan sin tenerle prejuicios a nadie. Muchos, incluyéndome, teníamos la idea que estos chavos no eran nada amables, que al contrario de seguro andaban en malos pasos y que podían ser hasta delincuentes, y debo decir que me comprobé a mi misma, todo lo contrario.
Después de haber entrado en confianza y observar lo bien que patinan, empecé a notar que no habían muchas mujeres, es mas, las mujeres que llegaron las puedo contar con la palma de mi mano.
Para participar en la competencia no se requiere tener o haber ganado algún titulo de patinador, no importa la edad, sino cinco quetzales y suerte para poder ganar. Hay dos clases de concursos, uno de ellos, se trata de que uno de los participantes tiene que hacer un truco y los demás participantes deben copiarlo, el que no logre hacerlo se le da la primera letra de “skater”, el participante que complete la palabra completa se sale de la competencia, gana el que obtuvo menos letras. El segundo concurso trata de ver que participante hace los mejores trucos.
Lo emocionante de todo esto, es que hay un grupo que esta viendo como se van descalificando a los chavos en los concursos, mientras otros están haciendo trucos solo por el amor al patinaje, entonces uno no quiere perderse nada, ya que es asombroso lo buenos patinadores que son todos. Al finalizar los concursos y nombrar a los ganadores, se pudo disfrutar de un show en vivo de “Iguanamanga”. La música fue proporcionada por Infinita 100 y por esta vez incluyeron el segmento de Reggae Vibes, pero a veces ponen hip-hop, punk, entre otros.
La actividad se llevó a cabo gracias a Flava productions y Fishside, que es la tienda oficial de los “skaters”, quienes estuvieron vendiendo accesorios de patinaje para los chavos. Edgar Guillen mejor conocido como “barbas”, es uno de los encargados de Fishside, y también un excelente patinador, asegura hacer esta actividad por lo menos una vez al mes.
Vaya sorpresa la que me fui a llevar. Estuve por un par de horas en un mundo creativo, pacífico, sin restricciones y con una excelente vibra. Me encanto está actividad ya que no solo llegué a conocer un modo de vida urbano, diferente, de patinadores, sino también, a un montón de chavos iguales, unidos por unas ruedas haciendo un deporte sano sin perder su tiempo en vicios que no los llevara a nada.
Recomiendo la actividad a todos aquellos que quieran apreciar el talento que estos chavos tienen sobre ruedas.
